Entrevista amb ADMA

ADMA, “Asociación de Difusión Musicológica y Artística”, és un projecte emergent que, en les seves paraules, vol ser una plataforma per promoure art i artistes de tots els àmbits, ser un pont entre projectes culturals i el públic. Creuen que la creació artística dins la vida quotidiana facilita el procés de desenvolupament de les persones, des de la infància i durant la seva vida i que, per tant, la importància d’estar en contacte amb la cultura és del tot indiscutible.

Fa unes setmanes es van posar en contacte amb nosaltres i em van dir que volien quedar per fer-me una entrevista, parlant sobre diferents qüestions relacionades amb el món de la música i la cançó d’autor. L’han penjada al seu bloc (part 1, part 2, vídeo). L’afegim a la nova secció de la web “Ressenyes, entrevistes i altres” i la copiem aquí:

Puntual, tan puntual que me es obligatorio pedir perdón reiteradas veces. No es para menos, a fin de cuentas nuestra inexperiencia ha hecho que cambiemos el día, la hora y el lugar de la entrevista múltiples veces. Aun así, ella se muestra muy amable y muy interesada en nuestro (aún pequeño) recorrido y  donde queremos llegar.

Con la tranquilidad de informal y la parsimonia de fumarse un cigarro, esperamos un momento antes de entrar al Bar Ikki para comenzar la entrevista…IMG_7586

Fernando: Si te parece bien, vamos a comenzar con una pequeña frase que dijiste en una entrevista que diste para MúsicaLliure.cat. En ella se decía: «Para mí la música de cantautor nace de una necesidad vital, auténtica y sincera de sacar lo que tiene uno dentro». A lo mejor me equivoco, pero ¿estás dando aquí como una separación entre música y la música del cantautor? ¿Como dos tipos de mensajes o dos tipos de canales diferentes?

Sílvia: En principio no hago una diferencia explícita de que el resto de música no salga del corazón. Lo que sí, que cuando estaba hablando de esto y lo enmarcaba dentro del cantautor hablaba de que realmente la música es sincera, o la música en general, el arte sale de la necesidad del individuo de poder comunicar de otra forma aquello que tiene dentro y que es reflejo de lo que también hay fuera. Cosa que es difícil de ver actualmente en el mundo mercantilista de la música, el producto musical que se vende y se compra. Donde la autenticidad del autor queda muchas veces menguada por lo que es la egolatría del autor, el ser el centro de atención. Ahí la autenticidad es muy difícil que salga porque estás pendiente de muchos factores externos.

F: ¿Estamos hablando únicamente de autenticidad? Quiero decir, como tú has dicho: “ésta sería una música que sale de la propia persona, la utiliza como un canal sin incluir temas de egolatría que se ve en el mundo mercantilista”, pero por ejemplo, está Sia, en la que en la canción de Chandelier habla sobre todo de sus temas con la drogadicción y el alcoholismo. Para poner un ejemplo aún más extremo tenemos un youtuber, Aless Gibaja, en la que una canción que hace habla en contra del bullying y todos sus beneficios van destinados a la campaña Stop Bullying. ¿En qué se diferenciaría entonces? ¿cuál sería el punto de inflexión, entre dos extremos como alguien que sería como Victor Jara o Sílvio Rodríguez a Aless Gibaja?. Dicho así suena un disparate, pero quiero saber dónde pondríamos la línea.

S: Para mí hay distintos temas. Una es la línea de qué diferencia el cantautor del resto de músico y la otra es la línea de dentro de los músicos (que también entra cantautores): qué diferencia hay entre lo que es auténtico y lo que no es auténtico. Para mí, la diferencia que tiene el cantautor como característica es que la música del cantautor, lo que es el eje principal es la poesía, el mensaje, lo que se quiere comunicar, lo importante. Deja de ser tan importante la armonía o la melodía con que la acompaña que lo único que pretende es sostener todo ese mensaje y que llegue de la forma más emotiva directa al corazón para que se comprenda. Lo que es auténtico o no auténtico: a mí me parece bien que músicos comerciales de alguna forma hablen sobre temas dolorosos de la vida mundana y social, pero claro, cuántos temas de estos le dedican a su música y cuántos temas dedicados a muchas otras cosas banales le están dedicando su tiempo y su música. Después el compromiso: para mí es importante que lo que vayas soltando por la boca se convierta en actos, porque si no eres un profeta, y de profetas hay muchos y nosotros no necesitamos profetas. Entonces, ¿qué diferencia hay en un Victor Jara de esto? Él estaba en primera línea dándolo todo y comprometiéndose con ese pueblo por el que cantaba y con el que cantaba. Tendríamos que ver qué músicos siguen haciendo esto y cuáles no. Si es auténtico o no…

F: Siempre es difícil poner un límite, una barrera de qué es auténtico y qué no. He estado pensando…Se nos viene a la cabeza diversos cantautores y la imagen típica y tópica de este es que sale él en la parte más minimalista, con su instrumento, prácticamente siempre una guitarra, acompañada de una instrumentación muy escasa, temas sociales… ¿No crees que, aparte de la autenticidad, también hay una estética del cantautor? ¿La gente incluida dentro de esta etiqueta busca, consciente o inconscientemente, la continuidad de dicha estética?

S: Si la pregunta es si el cantautor tiene una estética, sí, la tiene. Se ha ido formando a lo largo de los años. Lo que pasa es que de la misma manera que el sistema predominante coge conceptos que antes eran del pueblo y los pasa a su campo para ejercer su fuerza, con el cantautor ha pasado un poco lo mismo. Existe una estética que puede surgir de forma natural o de forma impuesta. Con el cantautor nos encontramos con esto, de que hay cantautores que son cantautores con una estética porque quieren entrar dentro de un mercado que es el mercado de los cantautores. Para entrar en este mercado hay que cumplir con unos requisitos, que es parecer bohemio, tener una guitarra etc.

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F: ¿Y tú?… ¿cómo te ves?

S: Yo me veo luchando conmigo misma y con los demás para no caer en trampas del cantautorismo por así decirlo, porque yo desde pequeña canto y he ido cantando. Cantar y cantar tan fuerte como canto yo es dar la nota, y cuando das la nota la gente te mira. Cuando la gente te mira y lo haces bien o se valora o se idolatran. Y cuando la gente te idolatra es como la adulación: la única moneda que empobrece al que la recibe. Como cantautor lo que uno tiene que hacer es luchar contra esta moneda que te dan. La gente necesita idolatrarte pero yo como mínimo estoy cantando para que la gente deje de idolatrar a otros y se valore a sí misma para que dentro encuentre la fuerza para cambiarse y cambiar entonces el mundo.

F: En la misma frase que tú decías en la entrevista, en la parte final decías que creas algo que es tuyo pero no es tuyo. Supongo que con eso quieres dejar ver esa colectivización de los sentimientos, en los que tú estás cantando sobre ti misma pero esto es aplicable a todos. No estoy cantando sobre mis sentimientos sino sobre un sentimiento.

S: Sobre el reflejo de los sentimientos que tenemos entre nosotros. Los sentimientos se aproximan. Si yo ahora me pongo a hablar de mis miedos y máximos temores tú de golpe vas a sentir que tú también tienes miedo y tienes temores. Y aquí nos vamos a juntar tú y yo y va a surgir algo precioso que es como dos humanos se encuentran en el dolor.

F: Hay una frase que la adoptó mucho Mercedes Sosa, aunque la frase es de Facundo Cabral en la que decía que ella no se consideraba una cantante sino una cantora. La cantora es la que debe y la cantante es la que puede. ¿Crees que el camino de un cantautor es este?

S: Sí, de hecho cuando me preguntan si soy cantante… A mí que me digan cantante no me representa. Porque yo no canto por cantar ni por tener buena voz, como dijo Violeta Parra. Yo canto por algo. No canto porque se cantar y tengo buena voz y mira qué bien, me puedo ganar la vida así. No, porque si no ya lo hubiera hecho. Cantamos por algo más. Así que diría que no soy cantante, soy cantautora.

F: Entonces hablando un poco de la funcionalidad que hay en la música defiendes este canal comunicativo y reivindicativo sobretodo, pero ¿no sería también una función de la música esta desconexión y por lo tanto algo válido como canal de la música?

S: Sí, existe una función de la música que le llaman muchas veces en los bares por ejemplo: “amenización” musical. Yo siempre digo que yo no voy a amenizar un espacio, porque para amenizar tenemos un disco. Ponemos el disco y ya ameniza. Yo no vengo a amenizar ni tampoco a que la gente se lo pase bien ni mal, voy a compartir algo, no amenizar nada. Después existe también esta función de la música en lo que son las fiestas hoy en día te encuentras con que son espacios donde la música está muy alta para poder relacionarse. Como la música está muy alta la gente no se habla. Como la gente no se habla y hay que pasárselo bien la gente se alcoholiza y como la gente se alcoholiza a la que quieras tener una conversación da igual. Los bafles son subwoofers, lo que nos interesa es que el corazón lata al tempo del subwoofer. A eso se le llama para mí música de aislamiento mental. “Yo estoy en mi movida y entro en trance”. ¿Es criticable este tipo de función de la música? No, pero esta función en otros contextos y otras tribus sirve para que uno mismo encuentre cosas dentro de sí dentro de este trance, pero actualmente esto que ocurre cada fin de semana no me parece que sea una situación en la que cada cual quiera buscar en sí mismo, sino que es para realmente tener a las personas alineadas completamente.

Fotograma2F: Yo creo que el error tampoco es criticar a este tipo de función que hace esta música, si no que se les tenga más consideración en este tipo de músicas que cualquiera de los temas abordados anteriormente, en las que la música tiene un papel comunicativo fundamental. Hay una frase que me gusta mucho que es de una actuación de un grupo argentino llamado Les Luthiers en la que dice: “incluso las personas han llegado al extremo de escuchar música de fondo mientras están escuchando música” por lo tanto estamos en lo mismo: la música ha pasado de ser ese canal que lleva el mensaje a, como tú dices, alinear o amenizar. ¿Tú crees que de verdad esto es reversible o hay alguien que lo quiere así?

S: A las dos preguntas sí. Hay alguien que quiere que sea así, porque el hecho de tener a las personas aisladas va muy bien. Nos damos cuenta de que el capitalismo avanza a medida de que las personas están más individualizadas. Hay alguien detrás que quiere esto, pero también es reversible. La música y el arte forman parte del pueblo. Hay mucha gente que dice “yo no toco porque no soy músico” pero tú te paras a mirar a lo largo de la historia nuestra, de nuestros ancestros y otras culturas, yo siempre pongo el ejemplo de los gitanos y allí no hay los que cantan y los que no. Ahí cantan todos, porque cantar, calma el alma y nos sirve para sacar lo que nos pasa adentro. Cantar nos acerca a los vecinos, a los niños, a las personas de todas las edades. La música nos sirve para comunicarnos. Sí, existe una alternativa, que es la alternativa de apoderarnos de lo que es nuestro, que nos han quitado: nuestra cultura, el arte popular, las canciones.

F: Pasaste también una temporada en un pueblo gitano. ¿Crees que es muy drástico el cambio de una ciudad como Barcelona al pueblo dónde estabas?

S: Sí, muy drástico claro. La música no forma parte de una élite sino que la música está en las manos de ese pueblo que está picando y repicando todo lo que le sucede.

F: En una población tan grande como es Barcelona, ¿habría la posibilidad de un cambio así? en un lugar donde están más estratificadas las clases siempre es un poco más complicado llegar a un acuerdo así sino es por el cambio primero personal. ¿Crees que al estar rodeado prácticamente de todo lo que nos imponen el cambio es fácil?

S: No. De hecho yo creo que Barcelona está preparada en muchos niveles para que el cambio sea muy difícil y para que cualquier intento de cambio sea reprimido.

F: ¿Crees que no podría llegar?

S: Yo no creo que en mi vida vaya a ver eso. Yo toda la lucha que hago no hago para verla, sino que yo soy consciente que a lo largo de la historia que no nos han contado no siempre el poder del pueblo ha sido el más bajo. Para mí el cambio pasa principalmente porque las personas se crean capaces de realizar ese cambio. Si no, crear estructuras simplemente por crearlas no sirve de nada. ¿Es más difícil en Barcelona? sí. Hay más inputs, más publicidad, más servicios sociales, más policía…

F: Entonces ¿tú lo que buscas es precisamente gente/músicos/personas en el ámbito musical con este cambio de mentalidad?

S: Busco personas en ese sentido que intenten llevar a la práctica las ideas que estamos diciendo. Si estamos hablando de soporte mutuo, cooperación, solidaridad, todos estos conceptos de autonomía… Para ser autónomos tenemos que organizarnos entre las personas que formamos parte de este mundo musical… Y sí, juntamos esfuerzos y cuando vemos que el producto saca rendimiento vemos como lo repartimos. En ese sentido es hacer música porque quieres hacer música, no porque queremos ganarnos la vida con ella. Esta es una diferencia importante, una cosa es ser músico para querer ganarte la vida como músico y la otra es hago música, y si me gano la vida como músico porque alguien quiere pagarme con esto bien, pero yo no voy a cambiar mi camino ni hacer peripecias solo por entrar dentro de esa puerta que me han dicho que mola más.

F: Actualmente estás trabajando en un trío, ¿con qué personas?

S: Guillem Boada al teclado y Mateu Martínez a la guitarra flamenca

F: ¿Cómo es vuestra manera de trabajar?

S: Muy de colegueo. No puse un mensaje en internet buscando que, lo que tengo es lo que hay. Antes había estado con un grupo, luego sola y cuando fui a vivir en comunidad al Alcamp vivía en una masía y ahí conocí a Guillem, que también quería vivir en esa comunidad y éramos 15 personas trabajando en el campo. Allí nos conocimos y empezamos a tocar juntos. Después había un vecino en el pueblo que se llamaba Mateo y tocaba la guitarra flamenca. En ese momento también estaba Sergi Fábregas como bajista, se fue y nos quedamos el trío. Surge, que esto es lo bonito de vernos tocar juntos, hay complicidad, queremos tocar juntos y nos gusta. Yo traigo una canción y vemos qué sentimos, y vamos construyendo juntos el canal por donde fluye el mensaje.

F: En la reseña de MúsicaLliure.cat se hablaba sobre un atributo: “absoluto mestizaje”. Lo que yo me planteé era que: si absoluto mestizaje quería decir coger características de diferentes músicas, culturas,etc ¿Cómo te defines más? porque hay un tipo de mestizaje en la que coge elementos de por ejemplo música latinoamericana, africana y crean un producto que elimina totalmente el contexto de los rasgos de estas músicas para crear un producto que sea estético dentro de los cánones occidentales. ¿Crees que estás dentro de la misma estética de mestizaje?

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S: No. Yo creo que cuando se refiere a mestizaje esta reseña y se refiere a mí… Es complicado porque mestizaje te lleva a pensar en etnias, culturas, estilos… Nosotros somos mestizaje en tanto a que cada cual viene del vientre de su madre. Mateu ha escuchado música flamenca, ha viajado mucho… Guillem ha escuchado más funky, ha estudiado clásico… Yo no he estudiado nada de música, soy analfabeta musical y solo tengo lo que me sale de dentro. Esto es mestizaje de distintas culturas en realidad, porque la cultura no solo es tu país. En cuanto a las bandas que hacen mestizaje, realmente haría falta ver si el fin es apropiarse de otras formas culturales para vender, o si realmente se hace para aproximar culturas, ya sea por ejemplo porque el grupo musical lo forman personas de distintas culturas o porque se pretende hacer visible un situación cultural. Pero si lo estás haciendo para vender un producto le estás haciendo un flaco favor a las etnias que les representa esta música.

F: Hablando un poco sobre la comercialización de la música, ¿qué papel hace la SGAE y cómo lo ves tú?

S: Su trabajo. La comercializa. Convierte la música en un producto musical que se compra y se vende y ellos se cobran su parte del pastel (para mí una parte demasiado grande del pastel). Lo que pasa que como yo no entro en su juego, yo no quiero parte de pasteles. En mi caso tengo mi música libremente colgada en Internet y toco para muchas causas sociales donde solo cobro los gastos, y después también en ambientes culturales donde si cobramos caché. Tenemos que tener en cuenta es que si queremos que esta música con este mensaje vaya llegando tenemos que hacer posible que se haga esta música, tiene que salir rentable, en el sentido de que podamos seguir dedicando tiempo a ello, entre demás cosas. Eso es lo que yo me refiero a valorar la música: participar en que se pueda seguir creando, no pagar al músico sino la música.

F: Eres una persona muy comprometida en entornos sociales. ¿No verías con buenos ojos una persona que se quiera ganar la vida únicamente como músico?

S: No soy nadie para decir qué está bien y qué está mal. Depende de que discurso asumas no puedes ganarte la vida solo de la música. Ganarte la vida solo de una cosa implica esclavizarte en eso, implica dedicarle todas tus energías y toda tu vida a eso. Tiene sus límites, consecuencias y condiciones. Sus consecuencias y condiciones yo no las quiero, yo he decidido no ser una trabajadora asalariada. Eso no quita que a veces tenga que acceder a un trabajo asalariado para ganar dinero. Depende de lo que quieras hacer con la música. Si quieres hacer tu música y realmente quieres que te salga de dentro, no tengo muy claro y creo que no es muy compatible con querer ganarte la vida de eso.

F: ¿Por qué?

S: Lo que vende es lo que vende y no siempre es lo que prefiere escuchar la gente, pero es lo que más se publicita, se expone, difunde… E igual lo que se vende no es lo que sale de tu corazón. Si quieres vender igual te tiene que salir de otro lado, y no tiene la función por la que habías comenzado a cantar. Esa es la coherencia que intento mantener. ¿Por qué he empezado a cantar? ¿Por qué no he dejado de cantar? Y ahora que tengo la oportunidad de venderme ¿por qué no lo hago? Es porque miro atrás y veo que yo no cantaba por querer ser alguien especial, yo cantaba para calmarme el alma y hace canalizar toda esta rabia que le tengo a este mundo que yo no he escogido, y la mayoría de personas tampoco. Si yo quiero hacer eso, eso no es compatible con ganarme la vida solo de eso. Lo que yo canto es de la autonomía de las personas, de volverse a mirar a los ojos, de volver a la tierra, de hacer soporte mutuo, cooperativismo. A eso le quiero dedicar mi vida, y después si me dedico solo a música, ¿qué canto? Porque yo canto de lo que vivo, y si solo vivo de la música, ¿de qué canto? La música, la música… ¿De qué habla la música de hoy en día? De nada especial porque la gente ya no vive.

F: Para finalizar, háblanos de tus futuros conciertos, actuaciones y si hay alguna fecha señalada que quieras compartir con nosotros, adelante.

S: aunque más que un concierto es un encuentro, a veces en las masías de los distintos núcleos que convivimos vamos a tocar a casa de uno o de otro. Puede venir quien quiera, pero como estamos más apartados normalmente es más familiar que otra cosa.

Para acabar estamos con ganas de grabar otro disco, tenemos canciones potentes para sacar. Entre otras la que decía de Carta a Kobane, que irá incluida en el siguiente disco igual que País Normal. En breves intentaremos sacar un vídeo para hacer un crowfunding para coger dinero para grabarlo, porque en principio vendemos los discos anteriores para coger dinero para los siguientes, pero hemos tenido que pagar cosas de pianos, guitarras… los costes de un músico. Si la gente quiere colaborar podemos grabar otro.

La charla plantea diversas preguntas al equipo de grabación que una vez acabado todo no dudan en hablar con Silvia. El mismo tono de amabilidad y colegueo que mostraba en la grabación es en el que se expresa ahora. Recogemos todo el material y caminamos al metro, todo esto envuelto en la continuación, detrás de cámaras, de la charla aquí recogida. “Una persona auténtica y consecuente con su mensaje” Esa es la reflexión final que me pasa por la cabeza mientras nos despedimos en el metro, Gracias Silvia.

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